En el actual mundo empresarial, donde la transformación digital marca el rumbo de las organizaciones, la adopción de Inteligencia Artificial (IA) en el trabajo se ha convertido en una necesidad estratégica para mantenerse competitivos. Sin embargo, el camino hacia una implementación exitosa de la IA no presenta solo obstáculos tecnológicos sino también, humanos.
En este artículo, exploramos desde la perspectiva de las neurociencias algunas estrategias que nos permitirán potenciar el factor humano en las transformaciones. En este caso, comprender cómo funciona el cerebro humano y cómo responde ante los cambios, podemos facilitar la adopción de la IA dentro de nuestras organizaciones.
Nuestro cerebro está diseñado para buscar estabilidad. Los cambios representan lo desconocido, lo incierto, y esto activa nuestras alarmas internas. Cuando una nueva tecnología como la IA se introduce en el entorno laboral, muchas personas pueden sentir incertidumbre o incluso temor a perder su relevancia. Sesgos como el del status quo o el sesgo de confirmación nos invitan a quedarnos con lo conocido, incluso cuando ya no responde a nuestras necesidades actuales. Como dice el conocido refrán: “Más vale malo conocido que bueno por conocer”.
Por eso, como líderes que guiamos los procesos de cambio, es fundamental ser conscientes de este desafío biológico y evitar que el “piloto automático” tome el control. Para lograrlo, debemos reencuadrar los desafíos: en lugar de ver la IA como una tecnología compleja que reemplazará el trabajo, debemos enfocarnos en la oportunidad que nos brinda para adquirir nuevas habilidades y crecer profesionalmente
El liderazgo juega un rol fundamental. Los líderes deben ser modelos de adopción, utilizando la IA en sus propias tareas y demostrando al equipo cómo esta tecnología puede ser un aliado para mejorar la toma de decisiones y aumentar la eficiencia, sin comprometer el valor del trabajo humano. Ver a los líderes alineados bajo los mismos principios es un factor crucial que puede determinar el éxito o fracaso de la transformación, pero con esto no alcanza.
Ahora vamos a ver 5 tips para ayudar a acompañar la Adopción de la de la inteligencia artificial en nuestros trabajos y equipos:
Presentar la IA no solo como una herramienta para mejorar la eficiencia, sino como un habilitador para enfocarnos en tareas más creativas, estratégicas y de alto valor es un buen comienzo. Es crucial hacer que el equipo se sienta parte de esta historia para lograr engagement y buy in de la idea. Nuestro cerebro tiende a priorizar el pensamiento grupal y el deseo de ser parte de algo más grande. Una visión inspiradora activa el Default Mode Network, responsable de la creatividad y la posibilidad de crear nuevos escenarios en nuestra mente.
Al exponer de manera constante los beneficios de la IA, el cerebro de los colaboradores se familiariza con la nueva tecnología, lo que reduce la sensación de amenaza. No basta con comunicar los beneficios para la empresa; es esencial explicar cómo la IA mejora el trabajo y la calidad de vida de todos en nuestro día a día. La repetición activa el efecto de Availability Cascade o Repetition Bias, por el cual, cuanto más repetimos un mensaje y resuena en toda la organización, más probable es que se considere relevante y verdadero. Esto fortalece el discurso y aumenta las probabilidades de éxito.
Cuando las personas colaboran y aportan su propia impronta, es más probable que acepten el cambio. Este fenómeno, conocido como el Ikea Effect, indica que cuanto más involucramos a nuestros equipos en la co-creación de estrategias, más comprometidos estarán y más fácil será la adopción.
A medida que se integran las soluciones de IA, es importante celebrar los logros de cada equipo. Esto libera dopamina, lo que refuerza los comportamientos positivos y mantiene alta la motivación para seguir adoptando nuevas tecnologías. Asociar estímulos positivos a nuevos conocimientos e iniciativas facilita la creación de hábitos sostenibles a lo largo del tiempo.
“Use it or lose it”. Si no ponemos en práctica lo aprendido, corremos el riesgo de olvidarlo. Implementar la IA en el día a día es esencial para mantener el aprendizaje y evitar retrocesos.
Estos son algunos puntos a tener en cuenta para trabajar con nuestros equipos, basados en cómo responde nuestro cerebro al cambio. La adopción de la Inteligencia Artificial es una oportunidad única para aplicar estos conocimientos y generar cambios profundos y sostenibles.
La IA no es el futuro; es el presente. Junto con la capacidad del cerebro humano para adaptarse y crecer, la IA puede llevar a nuestras organizaciones a nuevos niveles de éxito e innovación.
¿Estás listo para comenzar este viaje?
Si quieres saber más sobre Inteligencia artificial sigue leyendo en este artículo "Sócrates ya sabía de Inteligencia Artificial"
Por Guido Olomudzski, Chief Customer Officer - OLIVIA Brasil