“Show me the money”, es la frase icónica que nos quedó de la emblemática y ¿romántica? película Jerry Maguire, allá por 1996. La expresión mostraba a Tidwell - coprotagonista personificado por Cuba Gooding Jr.- poniendo de manifiesto frente a un joven Tom Cruise que hacía de su agente; la importancia de conseguir, aun siendo “distinto”, un volumen mínimo valorable para lograr los objetivos y no quedar condenado a una posición minoritaria, dentro del negocio del deporte.
En nuestra primera entrega sobre Twin Transition link aquí , hablamos del origen de la transformación gemela y la importancia de mantener en líneas simultáneas a dos progresos protagonistas de nuestra era: el digital y el ecológico. Es decir, procurar un empalme orgánico en la estrategia de implementación de ambas que les permita alcanzar sus verdaderos poderes en nuestras organizaciones, y por qué no, en el mundo.
Entre los puntos más importantes que nos consultan y que buscamos profundizar al implicarnos en temas como este, hay uno que suele ser muy codiciado. Es el “cómo, dónde y cuándo” veo el impacto en términos positivos, que cualquier transformación puede devolverme si decido embarcarme en ella. Es decir, ¿qué beneficios visualizaré en el corto o mediano plazo? En pocas palabras y otra vez: “Show me the money”.
Algunas escenas más adelante en la película, Tidwell acentuaba el hecho de que no solo se trata de dinero, sino también de conseguir algo que muy pocos tienen: el “Kwan”. Kwan significa respeto por el ser humano, la comunidad, el amor y - por supuesto - dólares también. “Lo hago por ti, porque tú me importas, y si hago cosas por ti, tú me traes dinero”, lo resumía en la película el atleta ante un Maguire incrédulo. En definitiva, intentaba explicar que el Kwan es lo que inspira a las personas a correr la última milla para conseguir ese dinero, pero en un juego que se juega en equipo, y con el corazón.
Momento de re-evolución
Llevando esta idea a nuestro abordaje sobre la transformación gemela, lo que queremos decir es que: el impacto que deseamos alcanzar puede funcionar de manera cíclica, conectando dos nodos, que, en su conjunto, funcionan como aceleradores. El fortalecimiento y la actualización de nuestros productos y servicios por el aprovechamiento de nuevas oportunidades de desarrollo tecnológico en el universo del triple impacto, traerá aparejado el posicionamiento de nuestra propuesta de valor en el mercado empleador y en el universo de marcas innovadoras de vanguardia global. Y lo mismo, al revés.
El Foro Económico Mundial (FEM) comenta que las empresas que desplegaron iniciativas medioambientales en los últimos años, han crecido a un ritmo anual de aproximadamente el 15%, ahorrando casi 3.700 millones de dólares. Además, según un estudio del Massachusetts Institute of Technology (MIT), las empresas que incorporen eficientemente los avances tecnológicos y digitales, serán las más capaces de obtener rentabilidad en el futuro. Imaginemos las posibilidades que nos puede brindar la transición conjunta.
Decíamos que dicha transformación se apalanca en nuevas tendencias de desarrollo de oportunidades de negocio. Estos se vuelven desafíos creativos, que a su vez, disparan nuevos productos y servicios requeridos por los consumidores, generándose así un círculo virtuoso. Para graficar cuán potente puede ser, van aquí algunos ejemplos.
CERO MARKET, es el primer supermercado en la Argentina que trabaja al 100% en la eliminación de plásticos. La compañía fundada en 2020 está en proceso de certificación como empresa B y propone opciones alternativas a los envases comunes de plástico para reducir lo más posible su uso. Una propuesta simple que sigue y cumple con estándares internacionales.
LUFE (local, universal, funcional y ecológico) es una empresa española de origen vasco, que reaprovecha el 99% del material con el que trabaja, e intenta, según la propia empresa lo define, “salvar los muebles feos”. Se dedica a vender online muebles de madera de pino sin tratar, a bajo costo. Hace poco tiempo lanzó una campaña para hackear la costumbre de: “devuelvo un mueble que compré porque no me ha gustado”, y poner en valor las bondades de la madera natural. Características como vetas y nudos que implicaban el rechazo de los productos, se convierten ahora en su mayor atractivo.
Estas evoluciones, revolucionan otras industrias asociadas (por ejemplo el diseño del packaging o de muebles de alto acabado en este caso) porque en cada nuevo movimiento de transformación, por más mínimo que sea, aparecen nuevos retos para todos aquellos diseñadores de soluciones a los que la transición verde empuja a salir de su metro cuadrado. Esto requiere, a su vez, evolucionar talentos y sumar habilidades principalmente digitales, para encontrar nuevos lugares donde insertarse, nuevos espacios que habitar, problemas que resolver, fronteras por romper y tecnologías por utilizar.
Pero atención, si vamos a hablar de tendencias, hay una que hoy marca nuestro presente: en los últimos tiempos, hemos tenido largos momentos de soledad y reflexión que nos ayudaron a encontrar nuestro sentido personal. Ahora que lo conocemos queremos perseguirlo, sería un pendiente con nuestra propia esencia no hacerlo. Eso implica que podemos tomar decisiones respecto a cada acción que abordamos porque somos más conscientes y activos. No sólo nosotros, también nuestros pares, nuestros socios, nuestros clientes, los colaboradores que trabajan para mi propuesta de valor, para los que yo trabajo.
El FEM agrega que la sostenibilidad y la responsabilidad climática se convierten en un valor por sí mismo que ayuda a las organizaciones a fidelizar sus clientes y empleados, atraer profesionales de alto perfil, fortalecer su imagen de marca y mejorar su posición en el mercado. En conclusión: las organizaciones tendrán que tener en cuenta que colaboradores y consumidores pondrán su propósito personal por sobre todas las cosas y necesitan alinear su búsqueda con el propósito de las organizaciones con las que interactúan.
Un propósito colectivo
Casualidad o causalidad, muchos propósitos individuales relacionados con el bienestar de las personas y el planeta, se están uniendo en un propósito colectivo de transición ecológica que podemos alcanzar - tal vez antes de lo imaginado - combinándolo con estrategias asociadas a la implementación de nuevas tecnologías. Es justamente este aspecto que nos ha llevado en Olivia a analizar su impacto y cómo impulsarlo en estas líneas y en un e-paper que estaremos publicando pronto.
Lo más importante es entender que no hace falta entrar en terrenos demasiado complejos o poco alcanzables. En PURE PLANTS, por ejemplo, fabrican en impresión 3D plantas de diseño arquitectónico decorativo, en un polímero que absorbe C02 y otras sustancias como óxidos de nitrógeno y diversos compuestos orgánicos volátiles; un material llamado PURE.TECH, que activa la purificación del aire, ayudando así en la evolución de la salud y la medicina. PURE PLANTS es un proyecto colectivo, en el que distintos profesionales con el mismo propósito por mitigar la crisis climática y mejorar la salud de las personas, se asociaron para crear un producto de mercado.
Otro ejemplo del estilo, es la Bioimpresora 3D de piezas de Lego para cultivar piel humana que construyeron los científicos Sion Coulman, Chris Thomas y Oliver Castelli de la Escuela de Ciencias Farmacéuticas de la Universida de Cardiff. Esta innovadora máquina accesible (están publicadas las instrucciones de armado, el cual implica unos 600 dólares) abre nuevas posibilidades para estudiar y tratar enfermedades cutáneas. Los investigadores ofrecen así una tecnología con código abierto, fiable y económico para democratizar investigaciones innovadoras y sostenibles en salud humana.
Mucho de esto nos dice que no podemos dejar que ciertos elementos digitales impacten negativo en el medioambiente y las comunidades cuanto más populares se hacen; ni tampoco que a la transición ecológica la sostengan las políticas públicas o las iniciativas filantrópicas, sin aprovechar a la innovación que implica esta transformación doble, como palanca de despliegue.
De vuelta en el “show me the money”, ¿qué vamos a necesitar entonces para que fluya con naturalidad esta conexión entre el impacto hacia afuera de las organizaciones que, por consecuencia, impacta de forma positiva adentro, y viceversa? ¿Cómo podemos empezar a volvernos más atractivos para los talentos a la vez de mejorar nuestra rentabilidad, y cómo podemos comenzar a aumentar nuestras ganancias mientras no perdemos a las personas que más necesitamos?
Sabemos que hay otra transformación que dispara, guía y acompaña cualquier tipo de cambio, y es la que ocurre sobre el liderazgo. Será una de las grandes claves que nos permitirá estar más y mejor preparados para el futuro inmediato, y para la sostenibilidad y coherencia hacia el largo plazo. En la próxima entrega de Twin Transition, veremos en profundidad qué cosas alimentarán la fuente de energía de nuestros líderes e intentaremos definir cómo es que, los rebeldes “embajadores del Kwan” de esta transición, conseguirán el romance en los números.
Por Paula Benardoni Líder Especialista en Innovación y People Centricity
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