Los líderes de tecnología que han implementado gestión del cambio como medida de reaseguro son quienes logran mayores niveles de conformidad de sus patrocinadores internos. Las industrias altamente reguladas son las que más demandan este tipo de soporte.
Conocida la resistencia cultural de los usuarios ante los cambios que proponen los proyectos tecnológicos, un relevamiento reciente de Olivia junto con ASUG, en el que participaron más de 40 CIOs y jefes de proyectos tecnológicos en empresas líderes, muestra que cerca de la mitad de ellos implementará procesos de gestión del cambio en sus proyectos para 2016. Y algo que también une a los encuestados es la importancia que tiene la Cultura en sus organizaciones, otorgándole una relevancia entre 7 a 10 puntos en una escala de 1 al 10.
Por ello, “Existe un escenario optimista para el próximo año en términos de inversión de tecnología. Vemos que 71% de las empresas consultadas en Argentina, Chile, Brasil, Uruguay, Colombia, Bolivia, Estados Unidos y Canadá tiene pensado avanzar en proyectos de implementación tecnológica durante 2016. A esto se suma que 47,37% de los casos habrá de incluir iniciativas de gestión del cambio, lo cual confirma el peso que la cultura tiene en la agenda de los CIOs”, señala Ezequiel Kieczkier, Socio de Olivia América Latina.
De esta forma, los resultados del estudio señalan que existe una suerte de linealidad entre quienes implementaron iniciativas de gestión del cambio en proyectos tecnológicos y los niveles de satisfacción de sus clientes o patrocinadores internos. “Es notable que 72% de quienes implementaron gestión del cambio en sus proyectos de TI señalen haber logrado la total conformidad del patrocinador interno”, comenta el ejecutivo.
Implementaciones: el día después de la gestión del cambio
Otro de los puntos llamativos del informe, es que 61% de los entrevistados no mide el uso de las aplicaciones por parte de los usuarios finales. “Medir la performance de las implementaciones, como pueden ser las de SAP, desde el lado del usuario, con una metodología y herramientas adecuadas, permite garantizar una real mejora continua y resguardar la inversión realizada. Para ello es necesario medir el éxito concreto y verificable de los proyectos de TI durante y una vez finalizados”, concluye Kieczkier.
Autor: Marcelo Lozano