Las decisiones que los/as líderes de las organizaciones estén tomando durante el período de cuarentena, aquellas que se estén delineando para el día después, son las que dejarán huella en la nueva configuración cultural que se teja en las organizaciones ¿Cuán conscientes son los liderazgos de esto?
La crisis mundial que estamos atravesando actualmente penetra en cada una de las organizaciones y empresas para suspender las reacciones automáticas dadas por la experiencia y la certeza sobre determinadas prácticas y saberes, útiles hasta este momento. Todo comienza a ponerse entre signos de preguntas y se están redefiniendo a diario los modos de dar respuestas al hoy.
Las peculiaridades de cada organización, a lo largo de su existencia, fueron sedimentando ciertas formas de vincularse, ya sea entre las distintas áreas, entre líderes de distintos sectores, con sus propios colaboradores así como con sus socios estratégicos y proveedores. Estas formas de relacionamiento tornan factibles ciertas dinámicas e imposibilitan otras, por ejemplo: seguramente te encontraste escuchando alguna de estas frases “Eso en esta compañía es imposible”, “Esto es incompatible con nuestro modelo de negocio”, “Para que eso ocurra tienen que cambiar muchas cosas” y podríamos seguir. Sin embargo el contexto actual es habilitador para poner en jaque esos pensamientos y tomar la decisión de re modelar esos comportamientos organizacionales para que muchos aspectos dejen de ser imposibles y comiencen a contemplarse dentro de futuros posibles.
Hoy en día la tecnología e innovación nos permite ser testigos de las distintas medidas que toman los gobiernos del mundo ante una crisis. Estas medidas van moldeando la futura arquitectura de la “nueva normalidad”, evidencian a quiénes se decide atender en primera instancia, a qué sectores de la sociedad se le destina determinada cantidad de presupuesto, cómo se negocia con el sector privado, qué herramientas se le brinda al sistema de salud, entre muchas otras. Se puede hacer una analogía, y pensar qué están evidenciando las medidas que los líderes están tomando en sus compañías ¿Cómo se procedió con los colaboradores? ¿Qué se decidió en torno a los proveedores? ¿Cuán conservadoras fueron las decisiones? Y las preguntas podrían seguir. En definitiva, ya podemos ver qué tipo de organización se está configurando a través de sus decisiones de hoy.
Sin embargo, contar con respuestas para estos interrogantes no es suficiente, hay un paso previo indispensable y es definir cómo se llevará a cabo ese proceso de búsqueda de respuesta y posibles soluciones ¿Con quienes se están sentando los líderes de las organizaciones para pensar? ¿De qué manera se están tomando las decisiones? ¿Qué factores se están teniendo en cuenta para hacerlo? Si los procesos de toma de decisión no contienen factores diferentes a cómo se venían haciendo hasta entonces, difícilmente cuenten con el nivel de apertura y diversidad necesario; por ejemplo, en una compañía donde las decisiones suelen tomarse unilateralmente, la directora decide implementar el trabajo remoto, posiblemente esa decisión que parecería atinada carezca de las precauciones necesarias si no fue previamente discutida con líderes de otras áreas como recursos humanos o procesos que estén vislumbrando cambios a futuro que sean incompatibles con esa medida. Es probable que, si se utiliza el mismo camino de búsqueda se fracase en el camino.
Es imperioso pensar propuestas que operen más allá de los límites de la lógica cultural en la que está acostumbrada a estar inmersa la organización, hoy estamos en transición hacia un mañana que requiere de prácticas dispuestas a operar sobre esos límites tratando de modificarlos, proponiendo nuevos intercambios, tratando de potenciar la cultura para operar en un contexto diferente, la toma de decisiones de los líderes hoy, sin duda, marcarán ese rumbo para los próximos años.
Por Sabrina Cicchelli, Líder de Gestión del Cambio en Olivia