Dentro de las rutinas de seguir temas actuales o históricos relacionados con la cultura organizacional, la serie "Shōgun: La Gloriosa Saga de Japón", recientemente muy premiada, fue un gran descubrimiento y aprendizaje.
La adaptación de la novela best-seller de James Clavell sigue la historia del marinero británico Jack Blackthorne, quien, tras naufragar en la costa japonesa, se encuentra envuelto en una serie de conflictos políticos y militares al llegar a Japón en el inicio de una guerra civil. Para sobrevivir en un país desconocido, termina acercándose al líder japonés Lord Toranaga, quien intenta llegar a la cima de la jerarquía gubernamental, es decir, convertirse en Shōgun.
Como brasileño, aunque conozco la historia de la colonización portuguesa en América, desconocía la importancia de Portugal y su imperialismo también en el continente asiático, tanto en Japón como en China. La potencia comercial portuguesa, junto con la narrativa de los jesuitas, dominó también aquel continente de una manera que nunca imaginé, y pude aprender más con lecturas paralelas a la serie.
Abierto a este aprendizaje, pero siempre con la mirada puesta en la observación de otras culturas y el papel decisivo de los líderes, no puedo dejar de compartir el ejemplo de Toranaga y el PODER DEL SAMURÁI como referencia de liderazgo.
En cada episodio, la conducta de Toranaga nos muestra, además de rasgos culturales, comportamientos atemporales de líderes inspiradores, destacando sus poderes de transformación:
En el Japón feudal, los samuráis seguían un código de honor (Bushidō) que daba sentido a sus vidas y misiones. Para un Shōgun, el propósito era más que una meta personal; era un compromiso con su pueblo y con la estabilidad del imperio. Este sentido de propósito lo guiaba en decisiones estratégicas, evitando distracciones y manteniendo el enfoque en el bien mayor.
En el entorno corporativo, un líder que define y comunica un propósito claro inspira y motiva a su equipo, asegurando alineación y dirección. La claridad del propósito también permite a las organizaciones enfrentar desafíos con resiliencia, ya que hay un objetivo mayor que guía las decisiones.
Proverbio: "Seiryoku zen’yō, jita kyōei" (Usar la energía para el bien; prosperidad para uno mismo y para los demás).
El respeto era fundamental en la cultura samurái, no solo hacia los superiores, sino también entre iguales y subordinados. En el mundo empresarial, un líder respetuoso construye un ambiente de confianza y colaboración, incentivando la productividad y el compromiso. Además, el respeto está directamente relacionado con la inclusión y la diversidad, promoviendo un entorno donde se valoran diferentes perspectivas.
Proverbio: "Reigi o omonzuru mono wa tsuyoshi" (Quien valora la cortesía es fuerte).
Los grandes líderes japoneses sabían escuchar antes de actuar. El Shōgun dependía de la sabiduría de sus consejeros y generales, entendiendo que la escucha atenta era esencial para tomar las mejores decisiones.
La práctica de la escucha activa le permitía anticipar conflictos, comprender las necesidades de su pueblo y responder con precisión a los desafíos del gobierno. Para un líder moderno, la escucha activa es fundamental para entender necesidades, anticipar retos y tomar decisiones informadas, creando un ambiente inclusivo y fortaleciendo la cultura del feedback.
Proverbio: "Chiisai koto ni mo ki wo tsukeyo" (Presta atención a las pequeñas cosas).
La estrategia y la paciencia son características esenciales de los samuráis y los Shōguns. En el contexto empresarial, la paciencia es crucial para manejar desafíos, tomar decisiones a largo plazo y desarrollar talentos dentro de la organización.
En un mundo corporativo que valora la rapidez y el cortoplacismo, los líderes que ejercen la paciencia pueden ver el panorama a largo plazo y tomar decisiones más sostenibles.
Proverbio: "Issun saki wa yami" (Un paso adelante está la oscuridad).
Los samuráis valoraban el aprendizaje constante y la reflexión. El Shōgun utilizaba con frecuencia preguntas para desafiar a sus aliados y subordinados a pensar más profundamente sobre estrategias y soluciones. Preguntas bien formuladas llevaban a sus comandantes a explorar soluciones innovadoras y superarse a sí mismos. De la misma manera, un líder debe cuestionar, fomentar el pensamiento crítico y desafiar el statu quo para promover la innovación y el crecimiento organizacional.
Proverbio: "Tōshin o seisu mono wa katsu" (Quien controla su mente gana la batalla).
Los líderes japoneses sabían valorar el esfuerzo de sus guerreros. En las empresas, el reconocimiento es una herramienta poderosa para aumentar la motivación y retener talentos, reforzando una cultura positiva. El reconocimiento debe ser auténtico y frecuente, incentivando la innovación y el desempeño de alto rendimiento.
Proverbio:"Hito wa ishizue nari" (Las personas son la base sobre la cual todo se construye).
La resiliencia era un atributo esencial para los samuráis y shōguns, quienes enfrentaban derrotas, traiciones y desafíos inmensos. Un líder resiliente aprende de los fracasos y se adapta a las adversidades sin perder el foco. En el entorno empresarial, la resiliencia permite que los equipos superen crisis y desafíos con determinación, transformando dificultades en oportunidades.
Proverbio: "Nana korobi, ya oki" (Cae siete veces, levántate ocho).
La aplicación de estos principios puede transformar la manera en que los líderes guían a sus equipos, garantizando un ambiente más armonioso, productivo y eficaz. La inspiración en la cultura samurái puede aportar una nueva perspectiva sobre cómo liderar con propósito, estrategia y, sobre todo, con un enfoque en las personas que, con cada acción diaria, construirán el futuro deseado.
Y ahora te pregunto: ¿estás listo para aplicar estos principios en tu propio camino de liderazgo? Shiken Haramitsu Daikomyo – en cada experiencia hay un gran aprendizaje e iluminación.
Por Reynaldo Naves, socio de Olivia Brasil.