15

La llegada de más mujeres a los altos puestos de dirección de las grandes empresas es un camino que ya recorrieron y transitan a diario varias mujeres en la Argentina. Sin embargo, la presencia femenina en los cargos de decisión de las compañías aún es limitada y los hombres siguen por lejos siendo mayoría. En el Día Internacional de la Mujer, que se celebra este 8 de marzo, unas 30 ejecutivas de firmas de primera línea compartieron con Infobae los logros y su visión sobre cómo lograr la equidad de género en el mundo corporativo.

¿Qué participación tienen hoy las mujeres en los puestos de decisión de las empresas? A fines del año pasado, un informe realizado sobre unos 1.000 directorios de empresas que operan en la Argentina mostró que de un total de 6.248 miembros de directorios –titulares y suplentes– 5.248 eran hombres y solamente 1.000 mujeres (un 16% del total). En el caso de las presidencias de esos directorios, 93,5% estaban ocupadas por hombres.

El relevamiento fue realizado por la consultora KPMG y demostró que el ritmo de incorporación de mujeres en los lugares de conducción aun es lento. “Si bien en posiciones de alta gerencia la presencia es más habitual, en las juntas directivas sigue siendo la excepción. La representación de las mujeres en los directorios como titulares está muy por debajo de los registros de países europeos y ciertos estados de Estados Unidos, donde el porcentaje va entre el 30% y el 40%”, destacó el informe.

La representación de las mujeres en los directorios como titulares está muy por debajo de los registros de países europeos y ciertos estados de EEUU

Desde 2018 –el primer año que se hizo el estudio– hasta ahora la proporción de mujeres en directorios se amplió: comenzó con 8,4%, pasó a 10,3% en 2019, 12,8% en 2020, y 13,7% (12% entre miembros titulares y 18% entre suplentes) en 2021. Aunque de 2019 a 2022 el porcentaje de mujeres en las juntas directivas creció 5,7 puntos, la proporción sigue siendo bajísima: 1,6 mujeres por cada 10 cargos disponibles.

Un lento cambio

Las barreras de acceso de las mujeres a las principales posiciones de liderazgo no son nuevas. El debate siempre está vigente en la agenda corporativa: hay foros, seminarios, charlas y objetivos vinculados a la equidad en la participación. Pero, en los hechos, el cambio es lento y la subrepresentación de las mujeres en roles jerárquicos –en el ámbito público y privado– sigue siendo un desafío.

“Las nuevas generaciones, más amigas de la diversidad, apuran un cambio que cuesta implementar. También la presión de los inversores impulsa a las compañías a avanzar en este punto, que constituye uno de los objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y es un componente importante de las estrategias ESG (Ambiente, Sociedad y Gobernanza) y de triple impacto, que priman actualmente sobre todo en las grandes empresas”, destacó el informe de KPMG. “Aunque en la sociedad en general y en las corporaciones en particular la agenda de género prospera desde lo discursivo, al poner la lupa en los datos concretos los resultados son dispares”, destacaron.

El cambio es lento y la subrepresentación de las mujeres en roles jerárquicos –en el ámbito público y privado– sigue siendo un desafío

De acuerdo a los datos de la consultora global Grant Thornton sobre la Argentina, este año la proporción de mujeres que ocupan puestos de liderazgo senior es del 29%, un punto porcentual menos que en 2022. El número ubica al país en el puesto 25 de los 28 países de todo el mundo en que se realizó el índice. Números negativos: “De las empresas encuestadas, 18% no tienen mujeres en posiciones de líderes senior y 18,8% sólo tienen una mujer en este tipo de roles”, indicó el informe.

Las mujeres en posiciones de liderazgo senior en la Argentina se desempeñan sobretodo como directoras de recursos humanos, en el 53% de las empresas relevadas. En tanto, el 45% tienen CFOs mujeres, el 38% cuentan también con CEOs o Directoras Generales, el 36% tienen directoras de marketing (CMOs), el 29% tienen directoras de operaciones (COOs), el 18% tienen directoras de ventas, el 14% tienen directoras de información (CIOs), el 11% cuentan con controladoras de calidad y sólo el 8% tienen socias mujeres.

La visión de las ejecutivas y empresarias

A continuación, la visión de 30 ejecutivas y empresarias argentinas, de empresas locales y multinacionales, que hablaron sobre si los cambios que se ven en la sociedad sobre el rol de la mujer –que se aceleraron mucho en los últimos años– se traducen realmente en el mundo corporativo ; sobre qué cosas hay que hacer para que ese contexto cambie; y sobre sus propias experiencias, si alguna vez se sintieron relegadas y el camino que recorrieron hasta alcanzar posiciones en puestos de alta gerencia.

Existe una conversación constante y evolutiva vinculada a la diversidad y la inclusión en varias de las compañías de la región en las que me toca trabajar. Creo que las condiciones están dadas para que continuemos avanzando hacia un futuro donde realmente se valore a las personas por sus capacidades y aporte.

El liderazgo que tuvo Jacinda Ardern en Nueva Zelanda con una impronta humana, cercana, compasiva y amorosa, al igual que su renuncia, es ejemplo de humildad e integridad. Este es un ejemplo de liderazgo que pone sobre la mesa el real aporte que podemos hacer las mujeres en ese equilibrio que buscamos como humanidad.

“Las condiciones están dadas para que continuemos avanzando hacia un futuro donde realmente se valore a las personas por sus capacidades y aporte”

Considero que la clave está en vincularnos como personas, más allá de nuestras características personales o del rol que ocupemos. La compasión con uno mismo y con los demás, tomar conciencia de nuestra vulnerabilidad y valorar la oportunidad que nos entrega la diversidad en cuanto a poder ampliar nuestra mirada y mitigar nuestros sesgos, permitirá que el contexto continúe evolucionando.

Si me pongo a reflexionar sobre mi propia evolución me doy cuenta de que las primeras veces que formé parte de equipos de liderazgo tendía a masculinizarme para demostrar que estaba a la altura, que era tan dura como los demás hombres con los que compartía estos espacios. Trataba de ocultar mi propia vulnerabilidad. Me costó muchas discusiones, ponerme en situaciones incómodas, animarme a mostrar mi frustración y mi alegría pero hoy, después de casi 15 años ocupando roles de liderazgo, puedo decir que estoy en un lugar donde puedo fluir desde quien soy realmente, con todo lo que eso implica.

Te puede interesar: El 8M se siente en el bolsillo: en Argentina las mujeres ganan 27,7% menos que los varones

Hoy soy la única mujer en un equipo de socios y mi mirada es super valorada por ser quien soy. Disfruto cada minuto de mi trabajo y busco activamente que todas las personas, sin importar si son hombres o mujeres, puedan alzar su voz, desplegar su talento y alinear su propósito personal con lo que buscamos.

Por Paula De Caro, socia de Olivia Argentina

Ver nota completa aquí

Te queremos ayudar en tus procesos de transformación. ¡Contáctanos!