Las experiencias vividas estos últimos años nos demuestran que la comunicación ha sido el jugador estrella “de toda la cancha” a la hora de atravesar procesos de transformación cultural. Quien pudo incorporar en su estrategia de negocio a la comunicación, pudo convertir enormes crisis en grandes oportunidades y construir historias de cambio y evolución que transmitan no solo una nueva forma de hacer sino de ser.
¿Cómo vamos a lograr que nuestros equipos se sientan protagonistas y sean parte de un desafío, si nunca les explicamos el por qué, para qué, cuándo, cómo y qué se espera de ellos? ¿De qué nos sirve encarar procesos de transformación cultural si mientras los atravesamos no compartimos con nuestros equipos lo mucho que estamos aprendiendo, lo que estamos logrando juntos y hasta lo que nos está “doliendo” evolucionar?
Para nosotros la comunicación es una pieza fundamental que funciona como engranaje que conecta, da coherencia e impulsa la transformación cultural de las organizaciones. Es un sistema único en donde cada elemento (audiencias, canales, acciones) se condiciona, genera sinergia y da sentido a esa historia de cambio que queremos contar.
1. Historias que transforman
Como siempre decimos: “Vivimos a través de historias”. Y para impulsar una transformación necesitamos encontrar esa historia central con la que las personas puedan conectar con todos sus sentidos. Una metáfora capaz de traducir eso que queremos contar de una manera más simple, teniendo en cuenta que es un concepto mucho más fuerte y poderoso que simples mensajes aislados. A esto le llamamos Storytelling. Esa historia que también nos permitirá generar una identidad (branding), mayor recordación y engagement y así posicionar el proyecto.
Pero hoy, no basta simplemente con narrar una linda historia que nos atraiga, sino que es importante evolucionar del decir al hacer, lo que llamamos Storydoing. Esto significa que aquello que estamos transmitiendo “tome vida”, a través de acciones concretas de comunicación que pongan a la experiencia en el centro con iniciativas que inviten al colaborador a la acción, convirtiéndolo en protagonistas de la historia que lanzamos.
Y en Olivia nos desafiamos a ir un poco más allá del Storytelling y el Storydoing e impulsamos el Storyliving, que es el momento exacto en donde se vive la transformación cultural. Es cuando el propósito (el qué) y los principios y comportamientos (el cómo), ya están internalizados y apropiados por las personas y comienzan a ser parte del SER profesional y equipo.
2. Líderes, a rockearla
Los líderes son aquellas personas que impulsan a sus equipos a lograr objetivos y a sacar su mejor versión. Es por eso, que cuando nos referimos a su rol dentro de la comunicación, resulta fundamental que puedan ser los principales viralizadores de la cultura. Para esto, será condición generar un alineamiento de nuestros líderes en torno al qué que se quiere transmitir y el cómo, acompañándolos en el desarrollo de este rol, formándolos en habilidades de comunicación y brindándoles herramientas como así también información clave de manera anticipada para que puedan acompañar a sus equipos y mitigar posibles brechas o resistencias propias del cambio.
3. Creatividad al servicio de la efectividad
Aprendimos que cuanto más visual es aquello que transmitimos, más interés va a generar. También, que los formatos y canales en los que hacemos llegar nuestros mensajes juegan un rol muy importante en la efectividad de nuestras campañas de comunicación. Y comprendimos que hay que poner la tecnología y la creatividad a disposición de la comunicación, para transmitir la información que deseamos de forma rápida, lúdica y eficiente.
Pero sabemos que aún estamos lejos de la meta. Sabemos que debemos sumergirnos más profundo (y sin miedo) en los nuevos canales y formatos elegidos por las personas a la hora de consumir información, para utilizar estas tendencias como señales de la comunicación interna del futuro.
Y en ese futuro, la comunicación la visualizamos como aquella que pone a las personas en el centro, porque queremos que vivan y experimenten aquello que transmitimos, que aporten su voz y que sean parte activa construyendo ellas mismas su propia historia de transformación. Solo así podremos cumplir con nuestra misión de transformar al mundo organización por organización.
Por Laura Patrone, Especialista en Comunicación de OLIVIA