Transitar una crisis cualquiera sea su origen (personal, laboral, económica, etc) no es nada sencillo. En general, las crisis llegan de golpe y la mayoría de las veces no estamos preparados. Tampoco hay recetas mágicas ni expertos en crisis que nos puedan dar la solución exacta que nos ayude a atravesarla.

Muchas veces el origen de éstas viene de la mano de algún cambio y en general a este cambio lo sentimos y vivimos como una amenaza. Y nos moviliza completamente. Hay un antes y un después de ese momento. Lo cambia todo. Y nuestra primera reacción es resistirnos. Lo hacemos por miedo, por comodidad y porque ya lo dice el dicho “Mejor malo conocido que bueno por conocer”.

¿Qué nos pasa frente a los cambios? Tenemos que abandonar parte de lo que sabemos para adaptarnos a la nueva realidad que viene cargada de  incertidumbre . ¿ Nuestra primera reacción ? Rechazar el cambio ! porsupuesto.

Lo único que podemos afirmar es que tenemos una elección que hacer con sólo dos opciones disponibles: ser Víctima o Protagonista. Somos Víctimas cuando negamos o resistimos la realidad. La culpa siempre la va a tener el otro o las circunstancias externas. En cambio, somos Protagonistas cuando nos animamos a  explorar la nueva realidad. En este estadío, podemos ver las brechas de efectividad como una oportunidad para aprender habilidades y adquirir competencias nuevas que posibiliten el logro de los objetivos deseados. Valorar otros puntos de vista en busca del mejor resultado posible. Nos convertimos en Responsables, es decir, asumimos que somos parte del problema y lo vemos; no para mortificarnos, sino para ser parte de la solución.

En las organizaciones también estamos sujetos a cambios que atentan contra el status quo permanentemente, ya sea por cambios tecnológicos, de contexto de mercado, políticos, etc. y la identificación temprana de los Agentes de Cambio, también conocidos como líderes del cambio o facilitadores, que nos ayuden a minimizar el impacto del mismo en la organización, es clave. Ellos son nuestros “aliados” estratégicos y debemos tener una mirada aguda para individualizarlos.

Como consultora que ha atravesado muchos procesos de transformación organizacional, te doy algunas pistas de cuál es su perfil para que puedas identificarlos llegado el momento:

  • El facilitador es generalmente un referente válido en su entorno de trabajo.
  • Cuenta con capacidad de escucha para tomar las dudas, consultas y/o sugerencias que reciba de su entorno e interpretarlas.
  • Es flexible y tiene sensibilidad para captar las necesidades del entorno.
  • Tiene capacidad de influencia en jefes, pares y colaboradores para contribuir al compromiso de todos.
  • Tiene capacidad de adaptación.
  • Llega a toda la organización promoviendo y multiplicando una cultura de integración.
  • Ayuda a profundizar comportamientos deseables; Inspirar cambios de actitudes y comportamientos y
  • Propone acciones de mejora continua; entre otras.

Con ellos no está todo el camino recorrido, pero te aseguras el mejor comienzo.

Espero haberte ayudado con estos tips y me despido hasta mi próxima nota !

Por Julia Figueroa, Consultora de Change Management de Olivia

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