Carlos

La primera mitad del año 2020 nos ha hecho replantear cosas tan básicas como las relaciones familiares, los negocios, la manera en que nos comunicamos; incluso en algunos casos en la forma en que vemos la vida, nuestra cosmovisión y nuestras creencias.
Pero esta no es la primera vez, y seguramente tampoco será la última, donde la sociedad tiene importantes impactos en los elementos que la componen.

En estas semanas se cumplieron 100 años de la muerte de Max Weber, a manos justamente de la pandemia producto de la gripe española, la cual tuvo severos impactos hasta el año 1923 y la cual generó grandes cambios en la sociedad como se conocía hasta ese momento.

Weber, en un breve listado de temas que trató, escribió acerca de la historia económica, la sociología, la religiosidad, y su esperanza o desesperanza acerca del rol del individuo en el mundo moderno. Ese mundo moderno sobre el cual trabajó terminó derivando en la consolidación de una nueva era social y equilibrio, con transformaciones inimaginables en las décadas posteriores producto de la tecnología, industrialización y conocimiento que el hombre fue desarrollando. Este equilibrio logrado y normalidad han sido la base para nuestra actual sociedad.

Hoy nos vemos nuevamente enfrentados a temas básicos para el ser humano, de vida o muerte (como hace 100 años), pero esta vez estamos teniendo la oportunidad de identificar la gestación de cambios y transformaciones que determinaran un nuevo equilibrio. Este camino, con destino aun poco claro en su detalle, es el mayor desafío e incertidumbre que tenemos que administrar.

Este equilibrio, desde la perspectiva de las ciencias sociales, implicará el punto de acuerdo entre la realidad expresada en las necesidades y deseos de nuestra sociedad, y a lo que la misma podrá acceder producto de las nuevas condiciones, una vez superada la pandemia.

Algunos de estos cambios ya están reflejados en muchas áreas de la sociedad, incluyendo cumpleaños, matrimonios y juicios por video conferencia, entre otras.

En las organizaciones vemos una serie de transformaciones producto de la realidad que se está construyendo desde hace 6 meses:

  • El impacto de cambiar el lugar de trabajo para millones de personas en solo unas pocas semanas e incluso en cosa de días. Existen pocas, sino ninguna, experiencia de un movimiento tan masivo de trabajadores, de distintas industrias, en muchas partes del mundo de modo casi simultaneo, desde sus lugares habituales de trabajo hacia sus casas en tan poco tiempo y debiendo seguir operando. Esto no es solo una locación distinta, también ha implicado cambios en los modelos de relacionamiento, de gestión, de comunicación y tantos otros para que las organizaciones sigan cumpliendo sus objetivos.

 

  • Los cambios en la productividad de muchas industrias. A inicios del 2020 imaginarse estos “saltos” o “caídas” de productividad no hubiese sido aceptado en ningún análisis serio. Industrias como el consumo masivo, la logística de bienes, los servicios de salud y el transporte aéreo son ejemplos extremos hoy.

 

  • Modelos de negocios desafiados, destruidos y creados. La industria del consumo masivo comienza a incluir en su modelo al B2C desde su tradicional B2B; la masificación del “delivery” de casi cualquier tipo de producto hasta llegar al consumo de entretenimiento y cultura en el hogar. Hoy podemos disfrutar de obras de teatro y stand ups creadas específicamente para ser consumidas través de pantallas en el hogar, hasta una industria cinematográfica con películas creadas en pandemia, en cuarentena y sin los actores en un mismo set.

Hace 100 años hubo desafíos inimaginables y oportunidades posteriores sin precedentes como consecuencia de la gripe española, y muchos de los temas estudiados en esa época, hoy son nuevamente relevantes para determinar parte del rumbo que tomaremos como sociedad luego de esta crisis.

Hoy ya estamos creando nuevos modelos de negocio, y simultáneamente descubriendo nuevas maneras de demandar y requerir servicios. Las organizaciones están buscando oportunidades y encarando desafíos, otras ya no están respondiendo y están dejando de existir.

El nuevo equilibrio que resulte responderá a la manera como nos encontraremos como sociedad una vez se asienten todos los cambios que estamos viviendo.

Esta es una época extraordinaria para mejorar nuestras relaciones, la manera en que trabajamos y nuestras organizaciones.

 

Por Carlos Romero, Gerente de consultoría de OLIVIA 

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